El pasado 10 de  Junio, a las 8.00 h. y en el lugar de costumbre, iniciamos una nueva excursión, esta vez el grupo es menos numeroso que otras veces, somos 34 personas y nuestro  destino, Valdorba / Baldorba, pequeño valle navarro y al que el cantautor  Benito Lertxundi le dedicó una hermosa canción.

El objetivo de nuestra visita, la Ruta 1 del Románico, recorrido que hicimos acompañados de un sol que nos obligó en algún momento a que buscáramos una sombra donde protegernos.

Empezamos nuestra visita en la Ermita de Katalain-Catalain, ejemplo de Románico Tardío y que tiene aproximadamente  800 años, a donde llegamos a las 10,40 h. y donde nos esperaba nuestro guía Alex que nos acompañó a lo largo de toda la mañana y nos fue explicando todo lo referente a la arquitectura y sociedad de aquella época, (movilidad de las personas de aquel tiempo,  la importancia del camino de Santiago para el comercio, las hospederías e incluso las exenciones fiscales para favorecer el asentamiento en aquellos territorios.)

En cuanto a la arquitectura, nos explicó detalles de los canecillos o pequeñas figuras que hay bajo la cornisa, donde unos representan  lo positivo y otros lo negativo, alternativamente; o como junto al arco de la puerta se aprecia la figura de un ensogado, símbolo del pecado. Todo es simbología. De los capiteles de las columnas para abajo, el mundo terrenal. Para arriba, el divino.

La segunda parada de nuestra ruta fue el pequeño pueblo de Orisoain (80 habitantes censados), donde visitamos la iglesia de San Martín de Tours, cuya parte más antigua es del siglo XII y donde lo que más nos llamó la atención, fue la pequeña cripta que hay en su interior. Para acceder a ella hay que tirar de una argolla en el suelo del pasillo central, y donde a medida que Alex, nuestro guía, iba retrocediendo con ella,  se doblaban las maderas como un acordeón, dejando a la vista unas estrechas escaleras. Al descenderlas y tras algún coscorrón, accedimos a la cripta.  Es el espacio primitivo, a partir del cual se levantó posteriormente la iglesia.

Nos explicaron algunas diferencias respecto a la primera ermita, entre éstas que hasta las piedras, su colocación y su corte son diferentes. Y que su parte original, si bien es más antigua, presenta por otra parte, arcos apuntados que anuncian ya la llegada de un estilo protogótico, e incluso pudimos apreciar algunos restos de pinturas policromadas en una de sus paredes.

Después de un pequeño “amaiketako”, nos dirigimos al pueblo de Iratxeta, donde al lado de la iglesia de San Esteban se encuentra el hórreo más grande de Navarra, anterior al siglo XII y de planta rectangular, formando conjunto con la casa y el pozo de agua. En la actualidad es utilizado como espacio de dinamización cultural y entre otras actividades,  ¡como sala de cine! Nos explicaron también, que en su momento, existió al lado un hospital de peregrinos y un convento, todo ello perteneciente a la Orden de San Juan de Jerusalén.

De nuevo en el autobús, retrocedimos hasta Barasoain donde en el bar restaurante Angel nos esperaba un menú con sus tres opciones de elección y donde el sentir general se tradujo en una sencilla y expresiva palabra  de “Primeran”.

Y como punto final de este hermoso e ilustrativo día, nos dirigimos al pueblo de Uxue – Ujué,  donde desde la distancia realmente impresiona la imagen de la iglesia-fortaleza, y antiguo castillo que el cardenal Cisneros mandó desmochar tras la conquista del Reino de Navarra a manos de Fernando “el Católico”. Anduvimos por sus callejuelas medievales empedradas y tras comprar algunos de nosotros unas almendras garrapiñadas y otros dulces, subimos  por última vez al autobús, camino de Bilbao, a donde llegamos alrededor de las 21,45 h. de la noche.

Josu Hormatxe Urkullu (un asociado)