El sábado día 23, realizamos la primera excursión programada para este año. El destino fue NAJERA, CAÑAS y SANTO DOMINGO DE LA CALZADA.
 
Salimos a la hora prevista, mejor dicho con un pequeño retraso, debido a que una pareja creyó que la salida era a las ocho y media y no a las ocho y cuarto. No hicimos ninguna parada y llegamos a NAJERA algo antes de las diez. Desde la bajada del autobús hasta el Monasterio de SANTA MARIA LA REAL, fuimos andando unos quince minutos, porque resulta difícil «mover» al personal.
 
La visita fue interesante, y la guía se esforzó para situarnos en la época. Después de la visita y de volver nuevamente andando hasta donde nos dejó el autobús, con la acumulación del cansancio por el tiempo que el personal estuvo de pie, y el desplazamiento hasta el autobús se agradeció sentarse nuevamente.
 
El recorrido de NAJERA a CAÑAS, se le atravesó al conductor, que manifestó que el GPS, le había jugado una mala pasada. Tardamos aproximadamente el doble de lo previsto, pero no tuvo mayor importancia porque el Monasterio que íbamos a visitar no se movió de su sitio.
 
La visita igual que la del anterior resultó interesante, aunque a muchos de los asistentes la explicación de la guía les quedó un poco ancha. Terminada la visita del Monasterio con algo de retraso, por lo del despiste, nos dirigimos a comer a SANTO DOMINGO DE LA CALZADA, fue una pena porque echamos en falta algo de tiempo libre antes de la comida.
 
La comida estuvo francamente bien y la opinión generalizada resultó positiva. A la tarde la visita a la Catedral de SANTO DOMINGO, estuvo muy bien amenizada por el guía que resultó un experto de agradecer. Nos recordó la leyenda del gallo y la gallina que casi todos ya habíamos oído, pero lo hizo de una manera brillante, así como el resto de las explicaciones que muchos de los que ya habíamos visitado desconocíamos.
 
El tiempo, a la mañana lució el sol, aunque hizo fresco, no llovió hasta después de comer. Como el restaurante estaba cerca de la Catedral, apenas tuvimos oportunidad de mojarnos, aunque varios de los excursionistas aprovecharon para comprar algunos paraguas. Seguidamente visitamos el Centro de Interpretación del Camino de Santiago que también fue una cosa novedosa para la mayoría de los asistentes. Nos entregaron una capa de peregrino, una piedra y unas credenciales que fuimos acreditando a base de sellarlas, al pasar por la distintas salas que contemplaba el camino.
 
Resumiendo los excursionistas quedaron complacidos y a la vuelta en el autobús le dispensaron unos aplausos al «alma mater» de la expedición a JESUS.
J. L.
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