Larunbata / Sábado.

Cuarenta y cuatro intrépidos viajeros nos congregamos antes de las 8.00 h. en la calle Blas de Otero, lugar habitual de nuestras citas. Estamos todos los que somos y somos todos los que estamos, así que el bus verde de ”Luniain” se pone en marcha a la hora fijada.

Ha llovido durante la semana, pero parece que el eguraldi nos va a respetar hoy. El caso es que nos dirigimos a Zugarramurdi (Nafarroa), el sitio más famoso ¿de Europa?, por la supuesta presencia de brujas hace unos siglos y la feroz represión de la Santa Inquisición hispana.

A pesar del positivo presagio del tiempo, vemos mucha niebla desde la autopista, y a algunos nos empieza a rondar por la cabeza la idea de que finalmente, igual es cierto lo de que “las brujas no existen, pero haberlas haylas.”

Casi ya en la muga con el País Vasco-francés dejamos la autopista y tomamos estrechas carreteras comarcales que, a través de la barojiana Bera de Bidasoa, nos van conduciendo a nuestro brujeril destino. De repente distinguimos señales y carteles en euskera y francés, lo que significa que inadvertidamente (salvo para el conductor y los organizadores Josean y Josu) hemos entrado en Iparralde.

Paramos por fin en Zugarramurdi, frente a la “Venta Ansalas Benta”, donde los pasajeros pueden tomar un café en la barra o visitar el “Taller de relojería”, como se refieren al excusado en algunos lugares de La Rioja. Hay tiempo de sobra, pues hasta las 11.00 h. no abren el Museo “Zugarramurdi — Pueblo de las brujas”

Puntual, el Museo abre sus puertas y dejamos atrás el soleado día para sumergimos en un interesantísimo vídeo sobre la caza de brujas. Sobre las cazas de brujas, diríamos mejor en plural. Recordamos por ejemplo aquí la famosa caza de brujas emprendida por el senador yanqui McCarthy, azote de supuestos comunistas y que sembró Holywood de denuncias, sospechas y venganzas en los años 50 del pasado siglo, en plena Guerra Fría.

En el primer piso,  la exposición está enfocada bajo el punto de vista de los inquisidores en estas tierras, sobre todo en los siglos XVI y XVII. Alonso de Salazar, Becerra y Valle se distinguieron en estos menesteres.

El segundo piso recoge el otro punto de vista, el de las víctimas. Se explica cómo vivían, sus creencias, su identificación con la naturaleza (Ama Lur, Maia…) Consideraban a la naturaleza como un ser vivo (animismo). Vemos imágenes de eguzkilores o flor del cardo. Es la flor protectora de las casas de los vascos, la que evita las malas influencias que podrían llegar con la noche, con la oscuridad, pues los espíritus negativos confundirán a esta flor con el propio sol.

Aparece también la famosa frase en euskera, lzena duen guztia amen da = Todo lo que tiene nombre, es.

Al salir del Museo giramos hacia la derecha, y enseguida nos topamos con la entrada a La Cueva de las Brujas . Mirador, Puente del Infierno, cueva del Akelarre, Cueva Pequeña – Leze Txikía, Arroyo del Infierno – Infernuko Erreka, Cueva Grande – Leze Haundía. Dentro, preparativos para el concierto de la cantante vascofrancesa Anne Etchegoyen, hoy mismo a las 20 horas.

Todos, o casi todos, hemos completado el llamado “recorrido largo” por las cuevas (somos de Deusto ¿no?) El recorrido corto se lo dejamos a los domingueros… de sábado.

En la Venta arriba referida hacemos compras de queso, pimientos, patxaran…

Y por fin llega la hora de comer. Formales como siempre, zintzo – zintzoak, nos reunimos todos a la hora prefijada y entramos en el Bar Restaurante “Azketa”. Subimos al primer piso, donde vemos que muchos franceses nos han precedido y están moviendo el “moustache”.

Una vez que nos acomodamos, no queda ya un sitio libre. Bueno, la cosa empieza con jamón y paté “campagne”. También aparecen unos fritos, que anteceden a una exquisita ensalada templada de champiñones. Después se puede elegir entre una dorada, chuletillas de cordero, ternera, confit de pato (riquísimo, con patatas fritas). Como “dessert” ofrecen flan, natillas, arroz con leche… y café. Considero que ha estado sobresaliente. No he oído una sola crítica en mi entorno. Dirección a tener en cuenta para una próxima visita.

Montamos de nuevo en el autobús para culminar la jomada en Arizkun, en el “Santxotena Parke Museoa”. Este museo se encuentra en el barrio de Bozate, de la localidad indicada. El barrio está íntimamente unido a los famosos Agotes, un grupo social minoritario que sufrió discriminaciones de todo tipo en época medieval; hasta se les acusaba de trasmitir enfermedades.

Destacaban como artesanos, sobre todo de la madera y el hierro, solo se podían casar entre ellos y debían entrar en la iglesia por una pequeña puerta, exclusiva para ellos. Hoy todavía no sabemos con exactitud de dónde procedían.

El caso es que el escultor Xabier Santxotena desciende directamente de estos agotes y en un vídeo que ofrecen al comienzo del recorrido nos va informando sobre este misterioso pueblo. Luego, y guiados por un documentado guía, hacemos un recorrido por el parque-museo y sus nueve bordas, que cobijan buena parte de las esculturas de este alumno del gran Oteiza.

A modo de curiosidad, oímos al guía dar explicaciones sobre una base militar USA que existió en el cercano Elizondo (capital del valle del Baztán), hasta 1974 en que fueron dinamitadas las instalaciones.

A las 20 horas en punto arranca el autobús y exactamente dos horas después nos apeamos todos en la plaza de San Pedro, con una sonrisa en la boca por lo grato de la excursión y lo bien que ha salido todo. Cuando se nos anuncia que la próxima deberá esperar al lejano mes de Abril de 2018 hay un asomo de cómico abucheo…

AMAIERA – FIN

Por Josu Hormaetxe (Un asociado)